Precalentar el horno a 180ºC. Preparar una bandeja de horno grande y colocarle un papel anti-adherente.
Cortar los tomates a la mitad (transversal), los chiles dulces en rodajas y la cebolla en gajos. Colocarlos en la bandeja sin que se amontonen. Queremos que se doren un poco por lo que es importante que no se apilen unos sobre otros porque esto genera vapor que impide que los vegetales se doren.
Quitarle las puntas a los ajos y sin eliminar la cáscara disponerlos en la bandeja.
Rociar todos los ingredientes con suficiente aceite de oliva, sal y pizca de azúcar.
Hornear por 50 minutos o hasta que los tomates hayan reducido un poco su volumen y las cebollas se vean levemente transparentes.
Echar todo a la licuadora pero antes no olviden remover la cáscara de los ajos. Licuar hasta que quede una salsa cremosa y pareja. Este es el momento de corregir la sal: Prueben y agreguen si fuera necesario y licúen de nuevo.
Reservar hasta el momento en que la pasta esté lista.
Para servir la pasta sigan estos pasos para aprovechar al máximo el sabor de la salsa : )
