Poner a calentar una olla de fondo grueso a fuego medio. Cuando esté caliente poner 1 cucharada de aceite y agregar la cebolla y el apio. Cocinarlos durante 5 minutos y luego agregar una pizca de sal y los ajos picados. Agregar un cuarto de cucharadita de azúcar y cocinar un rato más a fuego bajo hasta que la cebolla y el apio estén transparentes, casi caramelizados (aproximadamente 15 minutos).
Mientras se cocinan las cebollas poner a calentar a fuego medio/alto una sartén (idealmente de hierro o acero, no usen de teflón porque es muy difícil lograr que los hongos se doren). Agregar un chorrito de aceite y los hongos. Cocinarlos sin moverlos hasta que se doren. Darlos vuelta, agregar sal y cocinar hasta que estén dorados del otro lado.
Agregar los hongos dorados a la olla grande y subir el fuego. Agregar la cerveza y dejarla hervir por unos minutos hasta que se evapore el alcohol. ¡Huele delicioso!
Agregar los frijoles, los tomates en cubos, las especias, el orégano y el cacao. En este momento también agregar la sal y la miel de agave. Llevar a hervor y agregar el chocolate.
Bajar el fuego al mínimo y cocinar durante una hora y media aproximadamente. Durante este tiempo revolver de vez en cuando para evitar que se pegue. También recuerden probar para ver cómo va evolucionando el sabor. Si creen que le falta sal o dulce o incluso picante, entonces corrijan los sabores.
Cuando esté listo dejarlo colocarle la tapa y retirarlo del fuego. Dejar reposar al menos 10 minutos antes de servirlo.
Servir con hojas de cilantro, rodajas de chile jalapeño, un gajo de lima y, si prepararon el cornbread, muchísimo mejor.